Mandriva: entre la soberbia y el rencor.

May 26, 2012

Escribo esta entrada de la bitácora debido a que me siento triste y enfadado. Mandriva Linux se está muriendo y parece que desde sus entrañas se empeñan en acelerar su muerte.

Fue en Mandriva donde yo aprendí mis primeros pasos con GNU / Linux; también en ella desarrollé mi amor por el software libre y ahora que la veo dando tumbo tras tumbo estoy enojado.

Mandriva originalmente tenía por nombre Mandrake, y debido a un asunto de marcas registradas, tras su fusión con la brasileña Conectiva cambio su nombre al actual.

Los usuarios de GNU / Linux tenemos una deuda impagable con Mandriva, ya que fue la primera distribución que desde su origen estuvo completamente orientada al usuario final y lo hizo con cuatro objetivos fundamentales:

• Facilidad de Instalación.
• Facilidad de Configuración.
• Facilidad de Uso.
• Excelente reconocimiento de Hardware.

Hay que recordar que hasta antes de su aparición, instalar y poner a punto una PC con GNU / Linux era una tarea laboriosa y para nada accesible al usuario común.

Desde ese punto de vista, Mandriva no solo es la madre “ideológica” de Ubuntu, lo es de todas las distribuciones populares de hoy en día. Fedora, OpenSuSe, Mint y tantas otras que hoy se disputan la preferencia de los usuarios. Mandriva en su momento de gloria llegó a ser la más popular de todas las distribuciones.

Mandríva nunca fue una distribución comunitaria, siempre ha dependido de una empresa, hoy conocida como Mandriva SA, fundada por Gaël Duval, que al paso del tiempo la convirtió en empresa pública, Los ingresos de Mandriva provenían de la venta de servicios, especialmente de la versión para servidores y de una versión de escritorio mas pulida y completa: Mandriva PowerPack, a los que con el paso del tiempo se irían sumando otros productos como Pulse2.

Y entonces apareció en escena Ubuntu, con una nueva mercadotecnia, pero sobre todo con un nuevo modelo de negocio, y tristemente Mandriva no supo que hacer, claro a no ser que cuenten las quejas, los lamentos y los errores.

En ese momento Mandriva tenía todo para continuar por la senda del éxito. El producto era no solamente mejor que Ubuntu, era infinitamente superior. En aquellos días la distribución de Canonical era apenas un juguete si se comparaban ambas, Incluso Mandriva tenía casi en exclusiva su propio gestor de ventanas para los efectos especiales 3D: Metisse.

¿Qué hizo entonces Mandriva SA, acaso se adaptó a la nueva realidad, buscó un modelo que realmente compitiera con la distribución sudafricana? ¡No, se aferró a su idea como un infante malcriado a su juguete favorito!

Llegado el momento incluso le dieron aire a su fundador y aumentaron su carrera de errores; las finanzas comenzaron a decaer y para empeorar las cosas Mandriva SA gastaba más y más (como ha reconocido recientemente su nuevo CEO) en tanto que sus ingresos disminuían. A esto hubo que sumarle un continuado proceso de alejamiento de su propia comunidad.

La bancarrota era pues inevitable, así por primera vez hubo de acogerse a la ley de quiebras y tras una reestructura surgió una “Nueva Mandriva”; solamente para cometer más y mas errores. A todo lo anterior ahora había que sumarle una notable pérdida de calidad en su producto estrella Mandriva Linux, y además la comunicación con la comunidad se redujo a prácticamente cero.

Hace más de un año, tras despedir a un muy importante grupo de empleados y ante la amenaza de que desapareciera por completo la idea de Mandriva, estos se unieron para crear un fork de la distribución: Mageia Linux.

Usuarios y comunidades de usuarios por todo el mundo, clamaron para que se estableciera un modelo de relación similar al que tienen Red Hat y Fedora. En ese punto era posible, aún cuando estaban abiertas muchas heridas, con buena voluntad se hubiera podido lograr. Pero como en la fábula, ambas partes, como mulas amarradas por el pescuezo, estaban decididas a alimentarse en pesebres ubicados en lados opuestos del corral.

La primera versión de Mageia (Mageia 1) y la última de Mandriva (Mandriva 2011) se liberaron casi al mismo tiempo. Mageia 1 era apenas una versión levemente corregida de Mandriva 2010.2, para mi gusto casi tan defectuosa como su origen, en tanto que Mandriva 2011 prometía mucho y resultó nada, a pesar de limitarse, o más bien reducirse, a ser solamente una distribución con KDE.

Durante todo este tiempo sin embargo Mageia ganó mucho, logró formar una comunidad, se creó una forma de gobierno, consiguió patrocinios, en resumen se asentó. Al contrario Mandriva SA cerró en forma casi total la comunicación “en tanto se dan los pasos necesarios para la reestructura necesaria”, según han dicho.

Nuevos inversionistas (rusos), pero las mismas ideas, la misma soberbia y negociaciones y mas negociaciones que al final no han llegado a nada.

Muy recientemente desde Mandriva SA se anunció que devolverían la distribución a la comunidad y voltearon sus ojos a Mageia. Si hemos de creerle a Mageia (y no tengo porque dudar de ellos) Mandriva SA se acercó con la idea de entregar Mandriva Linux a la comunidad de Mageia (¿sonaba bien verdad?) pero con una serie de exigencias absurdas y peor aún, sin ningún plan definido. Hablando de una nueva comunidad. ¿Pero es que acaso no tienen ojos para ver que ya se formó una? Hablando de un nuevo gobierno, seguramente exigiendo un cierto número de asientos en el consejo directivo, sin darse cuenta que Mageia ya tiene un gobierno, bueno o malo, pero que funciona.

Mandriva SA sigue pecando de soberbia (uno de los defectos mas groseros de la humanidad) y eso por desgracia pone al borde de la desaparición a Mandriva Linux. Me pregunto que hubiera pasado (y bien sé que el hubiera no existe) si Mandriva SA entregara la estafeta a Mageia desde el principio, ¿no acaso habrían podido influir en forma decisiva en la conformación de la nueva distribución y de su comunidad?

Mas aún, si en este momento que se han decidido a dar el paso, tuvieran un poco de humildad y reconocieran lo que ya es un hecho, ¿no podrían conseguir al menos algo de influencia y me atrevo a decir, algún puesto permanente en el consejo a cambio de infraestructura o programadores pagos o alguno de los activos (no necesariamente económicos) de los que todavía cuenta Mandriva SA?

En Mageia tampoco están exentos de culpa, hablan mucho de comunidad, pero en este asunto, tan sensible para todos los miembros de ambas comunidades, han tomado su decisión en forma cupular, en vez de someter abiertamente el asunto a la totalidad de la comunidad. ¿Será que el rencor que surge de sus vísceras es superior a lo que mandata el cerebro?

Mi razón me indica que Mandriva Linux va a desaparecer, mi corazón emocionado clama para que todos cedan un poco y no solamente la revivan.

¡Lleven a Mandriva Linux a ocupar nuevamente su lugar entre las grandes distribuciones GNU / Linux!

¡Larga vida a Mandriva!